3er Festival Caney Colibri - Barichara
- Karo Colibri
- 24 feb
- 2 Min. de lectura
Tras la noche nutricia de Tunja, a primera hora tomé un bus a Sangil y de allí a Barichara donde pasamos la noche haciendo montaje de Luces y en el siguiente amanecer en la sala de Teatro Caney Colibrí. Muy a las 8 am llegaron colegios veredales al Caney Colibrí en la Vereda Paramito, donde Emilce González gran guardiana de las artes escénicas del país y del departamento de Santander y Boyacá abrió preguntas entorno a ordenamientos territoriales y cuidado del agua y aljibes que están en riesgo en el territorio, permitiendo así que a través de la danza niños y adolescentes despertaran un diálogo sensible de como la danza cuida el agua, como una “danza buena puede llegar a ser una agua buena”, donde danza buena es danza con un sentido profundo, donde danza se vuelve oración y compromiso, donde adolescentes entraron a hablar del manejo de sus aguas activas por las hormonas y la responsabilidad en el relacionamiento y respeto de la vida entre sus atracciones y repulsiones, nutriendo así a la danza como un campo del cuidado del propio territorio de nuestra alma y así del territorio vivo y sintiente que nos da agua, alimento, oxigeno, calor, frescor y paisaje deleitante, todo este diálogo fue guardando la palabra en algodones que cada quien tenía en su mano y luego juntos, estas cosechas y compromisos las llevaríamos a la tierra Al día siguiente hicimos un taller de danza butoh sobre las monstruas y las potencias animales para el elenco de la Fundación Cultural Ojo de Agua trayendo el abrazo de nuestra luz y de nuestra oscuridad dentro de las potencias que se despiertan en el cuerpo.