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La Ballena del Teatro Cenit- Minca

  • Foto del escritor: Karo Colibri
    Karo Colibri
  • 19 feb
  • 4 Min. de lectura



Saludando a la Sierra Nevada de Santamarta, nos fuimos adentrando y ahora empiezo a hablar en plural porque cada vez siento más a  “la Chiflada” (la venada danzante que refresca la sangre) más viva y siento que vamos juntas en la irradiación de esta creación acompañada de  tanta magia de pueblos originarios y gentes y territorios que en el peregrinaje van nutriendo más el sentido profundo de este camino que se va develando con más consciencia en cada paso. Es así como La chiflada y mi persona, nos fuimos más profundo a la Sierra atravesando Santamarta e ingresando a Minca en el Teatro Cenit Arte y Natura donde Bernardo Rey y Nube Sandoval nos recibían con una gran sonrisa en el corazón compartiendo las develaciones internas que hay al crear desde lo que los Mamos y Sagas (autoridades espirituales del pueblo Kogi) llaman “Ley de Origen”  (La más alta ley que regula y armoniza el universo, el sistema de autogobierno de los pueblos originarios, es el mandato sagrado de la Madre Tierra que los pueblos originarios saben leer cuando leen la vida con todas sus especies). El Teatro Cenit se encontraba en pleno proceso de creación de la obra llamada “Gonawindua” (Sierra Nevada de Santamarta Corazón del Mundo), donde los kogi  son quienes encarnan esta puesta en escena y el Mamo y la Saga quienes aprueban como autoridad espiritual cada procedimiento creativo y escénico. Desde su camino y el de nosotras que viene avanzando pasito a pasito nos alimentamos la capacidad de asombro y abismo ante lo que el arte esta por encontrar aun de sus profundidades de creación y transformación de realidad. El 10  empezaron a llegar desde diversos pueblos Kogi  el Mamo Luntana, la Saga, y diversas delegaciones de hombres y mujeres de varios pueblos Kogi de la Sierra a Minca para continuar la creación. Propusimos un laboratorio de montaje de iluminación, técnica de sonido y disposición espacial para preparar el escenario y  ellos y ellas  nos ayudaron a disponer todo el escenario y a nutrir los cambios de iluminación que tendría la función. ¡Que lujo contar con técnica kogi y sus propios juegos y sensibilidades!. Así mismo llegaron algunos profesores de Santamarta que  investigan la danza, y vecinos de Minca que  hacen parte del público que convoca El cenit a sus  programaciones culturales.  Al presentar la danza se fue la luz por la lluvia en la última escena y algunos celulares iluminaron la escena y así pudimos terminar la danza. Al finalizar en la profunda oscuridad, el mamo se levantó y compartió su visión. Dijo: “Esto que ha hecho no es suyo, este es un mandato de sus ancestros, un mandato de la Madre y entre más siga compartiendo más irá entendiendo lo que hace, la Tierra ha escuchado y ha recibido su danza y por eso le regala la oscuridad para que se pueda sembrar, solo en la oscuridad crecen las semillas, aproveche la tierra fértil y siga compartiendo el legado de los ancestros”,  otros kogi dijeron “ es importante ver la sangre, todo es sangre todo está hecho de sangre y en la sangre está todo lo que la madre vive y desde donde podemos contar con su consentimiento”. Un vecino de Minca se levantó y dijo “yo no sabía todo lo que la danza significa para nuestro país, quiero estudiar más a fondo” y la investigadora en danza Carolina Posada quien viajo desde Santamarta dijo “te vi dejar de ser tu y ser niña quiero aprender a dejarme ser niña también” y así  compartiendo palabra entre algunas linternas de luz cálida en medio de la oscuridad y el canto de la Sierra agradecimos todos los presentes lo vivido. Amaneció y el mamo se quedó frente a una gran ceiba “poporeando” para cuidar la danza ritual y taller que se daría entre kogis y “ñañis” (los no kogi). Me comunicaron que ese día necesitábamos trabajar uno de los 9 principios de la cosmovisión kogi “Yuluka”, el acuerdo, el primer paso para el acuerdo es el intercambio y de allí se cultiva confianza para construir un acuerdo entre dos pueblos o sistemas de pensamiento que recién se encuentran por vez primera, es así como ellos me enseñaron “kuysi ”una de sus danzas tradicionales “para comunicarse con el corazón de todos los seres vivos”, y yo les compartí premisas butoh enlazado a sus cosmogonías, devenir algodón (la medicina del pensamiento), devenir  respiración de la tierra en la vertical como un solo cuerpo, devenir animales guardianes en la horizontal donde se le hace cacería interna a un animal que desea aparecer y  caminatas de saludo de lo sagrado, me enseñaron que su posición de oración o de “namasté”, es frotar un dedo índice con el otro índice apuntando hacia afuera y hacia adentro como el poporo, y sentados halar un hilo de una mano a la otra como el tejido de mochila, éstos dos gestos son los saludos de lo sagrado y entre estos devenires construimos danzas juntos, mientras tanto, el mamo sostenía la danza y el ritual desde la ceiba de espaldas a nosotros para que los espíritus estuvieran con nosotros. Al terminar con satisfacción interna el taller, cosechamos junto al Mamo, a la Saga, a Bernardo y a Nube que el gran “yuluka” pendiente entre  kogis y ñañis es el arte, “cuando los herederos del pensamiento occidental y mestizo estamos  en  disposición del arte es cuando nos abrimos más a la vida” dice el mamo y que allí puede haber un mejor camino de acuerdo para con el cuidado de la vida y de lo sagrado que busca la ley de origen de los pueblos originarios y en fértil intercambio estrechamos nuestras manos y nuestros brazos en un regocijante “Yuluka”. Dice el Mamo Luntana “Ñañi necesita seguir danzando butoh para seguir escuchando la Madre”, dice que el resto lo entenderé cuando me crezcan 9 semillas de algodón que me regalaron para cultivar y dejar que el resto madure en el espíritu.





 
 

Contacto  de  Karo Colibri : Carolina Bejarano -  karol_86@hotmail.com -Whatsapp:+573166225408 

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